La Federación Argentina de Cooperativas de Electricidad (FACE) propone una alianza estratégica entre el sector cooperativo y los propietarios de estaciones de servicio, con el objetivo de responder a los desafíos de la electromovilidad. En diálogo con Surtidores.com.ar, Omar Zorzenon, coordinador de la Comisión de Política Energética de FACE, planteó: “Tenemos que asociarnos con los dueños de las estaciones para brindar servicio. Las cooperativas eléctricas son un socio importante para trabajar juntos”.
Con más de 12.000 vehículos electrificados patentados en el primer semestre de 2025 y una proyección de 50.000 nuevas unidades, Argentina se encamina hacia una transformación estructural del sistema de movilidad. En este escenario, las cooperativas eléctricas emergen como actores clave para facilitar el desarrollo de infraestructura de carga y repensar el rol de las Estaciones de Servicio.
Entendiendo que las Cooperativas son el motor de la transición energética, desde la conducción de FACE, José Álvarez (presidente) y José Luis Mangini (presidente de la Comisión de Política Energética) respaldan la integración de las Estaciones de Servicio en la agenda cooperativa. La organización, que agrupa a más de 600 cooperativas eléctricas en 14 provincias, busca consolidar un ecosistema colaborativo para liderar la transición energética no solo en grandes centros urbanos, sino también en el interior profundo del país.
De proveedor de combustible a centro multiservicio:
Uno de los cambios más profundos que trae la electrificación es el tiempo de carga de los vehículos, que pasa de los tradicionales 3 a 5 minutos con combustibles líquidos a lapsos de 25 a 35 minutos con energía eléctrica. Esto modifica de manera significativa la experiencia del usuario y obliga a repensar el modelo de negocio de las Estaciones de Servicio. «El negocio de la energía eléctrica puede llegar a ser tan relevante como el de los servicios complementarios, incluso comparable al margen de una tienda o un bar», afirma Zorzenón, al destacar la oportunidad de generar nuevas fuentes de ingresos durante la espera del cliente.
Falta de infraestructura y soluciones locales:
El crecimiento de la demanda eléctrica pone en evidencia un problema estructural: la falta de obras de alta tensión en la última década. Según estimaciones del sector, se necesitan alrededor de 6.500 millones de dólares en inversiones para reforzar la infraestructura nacional. Ante esta situación, muchas cooperativas apelan a soluciones locales basadas en energías renovables y generación distribuida, aprovechando su presencia en el territorio y su lógica de servicio sin fines de lucro.
Taxis eléctricos en ciudades intermedias: el primer paso:
La estrategia de FACE incluye un enfoque territorial para la implementación inicial, apuntando a mercados concretos como el de los taxis y el transporte público en localidades pequeñas y medianas. “Recorren menos de 300 kilómetros por día y es mucho más barato operar con electricidad”, explica Zorzenón. Además, estos vehículos gozan de beneficios impositivos, como la exención de la patente, y tienen menores costos de mantenimiento.
«La transición hacia la electromovilidad no debe hacerse de forma aislada, sino mediante alianzas que potencien las fortalezas de cada sector», concluye Zorzenón.
FUENTE: surtidores.com.ar