Las bajas temperaturas conllevan un aumento en el consumo de energía eléctrica, algo que hoy afecta directamente la economía de los hogares.
Lo más importante para atravesar el invierno de manera más eficiente y sustentable haciendo un uso responsable de la energía eléctrica, es contar con información y generar pequeños cambios de hábito.
Estos son algunos de los artefactos más comunes en los hogares argentinos, con sus características y niveles de consumo aproximado:
Caloventor: calienta rápido, pero consume mucha energía. Su potencia ronda los 2000 W y puede elevar significativamente la factura si se utiliza durante varias horas al día.
Estufa de cuarzo: produce calor por radiación. Aunque consume menos (entre 800 y 1200 W), calienta por zonas, es recomendable en espacios pequeños y cerrados.
Aire acondicionado en modo calor: puede ser más eficiente que una estufa tradicional si es un equipo inverter y se usa en espacios adecuados. Su consumo varía entre 1000 y 2000 W, pero rinde más en términos de calor generado. La temperatura ideal es de 20 °C, ya que por cada grado extra, el consumo sube hasta un 7%.
Radiador eléctrico: ofrece calor parejo y sostenido, aunque con un consumo alto (entre 1500 y 2500 W). Como no tiene ventilador, tarda más en calentar y conviene usarlo en ambientes chicos.
Panel calefactor: es uno de los más eficientes. Su consumo promedio es de 400 a 600 W y funciona bien como complemento o en espacios bien aislados.
Cualquiera de estos artefactos rinden más y consumen menos si el ambiente está bien cerrado. Si la calefacción es exclusivamente eléctrica, no hace falta ventilar los ambientes, porque al transmitirse el calor por radiación no consume oxígeno.
Elegir bien cómo calefaccionar los espacios no sólo impacta en la factura eléctrica; también influye en el ambiente y en la calidad de vida de las personas.
Fuente: Adeera